El asfalto, la multitud y un caos urbano no tan ajeno. Dos semanas por delante y un viaje que estaba previsto desde hace décadas. Pensando en los documentales de Alberto Oliveras de los 80´s decidí adentrarme en el corazón de Mumbai. Emoción a cada paso. Quince días descubriendo la cotidaneidad, las gentes y su atmósfera, sus calles, edificios y luces. Su frenético pulso. Polvo, sudor y lágrimas que dieron paso a una huida a la costa de Goa por tres días, antes de viajar a la provincia de Uttan durante una jornada, y regresar a Mumbai para conocer, por último, el alegre y oscuro distrito de Dharavi.